SANA TU INTERIOR CON GESTALT
- dibujomeditativo
- 11 ago 2014
- 2 Min. de lectura
SANA DESDE EL INTERIOR CON GESTALT
Se encuadra en el movimiento de la Psicología Humanista, también conocida como la Tercera Fuerza. La Terapia Gestalt comparte con dicho movimiento la visión esperanzadora de que el ser humano tiende a la autorrealización, como individuo que dispone de recursos saludables para su desarrollo óptimo en el “aquí y el ahora”.
La Terapia Gestalt es un método de darse cuenta por medio del percibir, sentir y actuar. Facilita vivir en el presente de un modo más auténtico, integrado y saludable y tiene en cuenta la totalidad que somos. La salud desde la perspectiva de la Terapia Gestalt tiene que ver con la capacidad de contacto del ser humano, contacto consigo mismo para saber qué es importante y necesario para él, y contacto con el ambiente para poder realizar los intercambios indispensables para satisfacer sus necesidades. Esta terapia considera que el ser humano es una totalidad, por lo que su enfoque es absolutamente holístico; así, el cuerpo, la mente, las emociones y la energía, no son más que distintas manifestaciones de una misma realidad. Para la Terapia Gestalt una de las cosas más importantes es la conciencia; que la persona pueda reconocer qué hace y cómo lo hace. Muchos de nuestros comportamientos, gestos, conductas, son casi automáticos, pues por distintas razones nos hemos ido desconectando de nosotros mismos e insensibilizando. De este modo, en muchas ocasiones, ni siquiera podemos identificar determinados sentimientos que nos pasan desapercibidos, pero que no nos enteremos de ellos no quiere decir que no existan; están ahí, en nuestro interior, y de un modo u otro van a reclamar ser reconocidos y expresados. Las sensaciones y las emociones vienen a desempeñar determinadas funciones, orientadas a que podamos satisfacer nuestras necesidades; si no las podemos sentir, escuchar e identificar, entonces nuestras necesidades quedarán sin satisfacer, es decir, inconclusas, como dijo Fritz Perls. Él observó que las necesidades ponen de manifiesto el desequilibrio que se ha producido en nuestro organismo y que, por tanto, son la señal necesaria para que podamos reestablecer ese equilibrio perdido. Esto puede verse con un ejemplo sencillo: Cuando tengo sed, mi necesidad de agua me dice que hay un déficit de ella en mi organismo; si puedo satisfacer esta necesidad tomando agua, el equilibrio hídrico se restablece y puedo seguir funcionando con salud y normalidad; pero si no fuese capaz de identificar esta sensación, no podría satisfacer esa necesidad y padecería graves consecuencias, que me llevarían primero a la enfermedad y, en casos extremos, podrían desembocar incluso en la muerte. Como dije anteriormente, esto que ocurre en el plano físico sucede de igual forma a nivel mental, emocional y energético, pues, repito, somos un todo indivisible. Por tanto, una de las primeras tareas de esta terapia es facilitar la identificación de sensaciones, emociones y necesidades. Tomar conciencia es el primer paso para que el equilibrio se reestablezca y, por ello se dice, que el simple hecho de ver, de darse cuenta, ya es curativo.
Comments