LA SABIDURÍA DE NUESTRAS EMOCIONES
- dibujomeditativo
- 7 oct 2014
- 2 Min. de lectura
LA SABIDURIA DE LAS EMOCIONES
LAS EMOCIONES TE AYUDAN, ¡ACEPTALAS!
Habitualmente y casi de forma constante, dividimos las cosas que conocemos o experimentamos, en dos categorías: blanco y negro, bueno y malo, deseable y no deseable, correcto e incorrecto, apropiado e inapropiado, etc. Y eso mismo hacemos con las emociones.
Clasificar nuestras emociones en buenas o malas puede llevarnos a un estado de frustración continuo, lo cual nos lleva a esa sensación de que hay algo que siempre nos falta, haciéndose difícil conseguir relajarnos y estar en calma.
Todas las emociones nos dicen algo acerca de nosotros mismos y de nuestra situación, pero a veces nos resulta difícil aceptarlos.
Hay emociones que tienen mala fama, como el miedo, la culpa, la envidia, por ejemplo. Pareciera que es delito sentirlas. Y el mandato social indica que si se experimentan, hay que disimular, bajarle el volumen y hacerlas desaparecer.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Nuestras emociones encierran sabiduría, tienen una función para nosotros, y si sabemos escucharlas, podremos usarlas como las valiosas herramientas que son, vamos a ver en qué nos ayudan:
MIEDO: Nos avisa de un riesgo vital, si no sintiéramos miedo, seríamos capaces de cruzar las calles sin mirar, o hacer una serie de cosas que nos pondría en peligro. Escucharlo respetuosamente es una forma de asistirlo.
SORPRESA: Es la reacción que tenemos ante algo extraño o imprevisto. Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación, a través de una respuesta favorable e incrementa la sensibilidad de nuestros órganos sensoriales
AVERSIÓN O ASCO: Se produce rechazo hacia aquello que tenemos delante, para que nos resulte desagradable. Nos prepara para que nuestro organismo ejecute de forma eficaz un rechazo hacia las condiciones medioambientales que sean dañinas y nocivas para nosotros.
IRA: Se da cuando sentimos que alguna meta o posesión, sea material o no, se encuentra amenazada por el exterior o por nosotros mismos. La Ira nos ayuda a defendernos y autoprotegernos.
ALEGRÍA: Se produce como consecuencia de la valoración de que metas u objetivos están próximos, se pueden mantener o recuperar. Esta emoción favorece la interacción social.
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal, fomenta la conducta altruista hacia los demás y facilita la introspección.
Escucha tus emociones, están contigo para ayudarte.
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